Puede que le enseñes comandos y le sirvan en su día a día, pero la obediencia no es lo más urgente ni esencial.
Hoy te voy a contar 3 cosas que tu perro realmente necesita para vivir mejor, contigo y en su entorno.
1. Socialización con los estímulos del entorno
Tu perro necesita estar expuesto, de forma positiva, a las cosas con las que más interactúa.
Por ejemplo:
- ¿Recibes muchas visitas en casa? Entonces necesita tener una exposición adecuada a personas.
- Eso significa que cada interacción debe ser positiva, controlada y gradual.
“¡Ay Sandy! Pero la gente llega y no siguen mis indicaciones de no acariciarlo cuando salta…”
Pues ahí está el truco: primero tienes que educar a las visitas, no a tu perro.
Una vez que tus visitas entiendan y respeten tus indicaciones, ya tendrás el 80% del trabajo hecho.
¿Tu caso es diferente?
“Yo no recibo muchas visitas, pero mi perro no soporta ruidos de coches, perros o personas afuera.”
Entonces lo primero es:
- Descartar dolor o molestias físicas con un veterinario.
- Y si no hay dolor, pasamos al siguiente punto…
2. Rutina, descanso y actividades que lo hagan feliz
Si tu perro reacciona a todo, todo el día, puede que esté:
- Cansado y sin suficiente descanso
- Mal alimentado
- Aburrido
- O sobreestimulado
En todos estos casos, lo que necesita es una rutina que incluya actividades que disfrute y lo relajen.
Piensa conmigo:
¿Qué cosas hace tu perro que realmente le encantan?
- Si puedes pensar en al menos 3 actividades: ¡vamos bien!
- Si no se te ocurre nada… es hora de probar cosas nuevas.
Ideas simples de enriquecimiento ambiental:
- Romper cartones
- Buscar comida dentro de botellas
- Usar un tapete olfativo o comedor lento
- Juegos con comida (¡casi siempre les encanta!)
3. Desafíos mentales y aprendizajes nuevos
Tu perro necesita retos, juegos que activen su mente y lo mantengan en desarrollo.
Y no, no estamos hablando solo de “sentado, quieto, acostado”.
Algunas ideas:
- Que toque su boca con objetos distintos
- Aprender a buscar juguetes por nombre
- Practicar la calma en ambientes nuevos
Todo esto no solo es divertido, también fortalece el vínculo y la convivencia.
Entonces, ¿necesita obediencia?
No para empezar.
Si tu perro tiene problemas de comportamiento, no necesitas enseñarle a quedarse quieto para que deje de ladrar.
Lo que necesita es un entorno con bajo estrés, calma diaria y una guía respetuosa para poco a poco cambiar su percepción sobre aquello que le incomoda (otros perros, personas, niños, etc.).
Tu perro no necesita obediencia.
Tu perro necesita más de ti.